Como ya hemos mencionado en otras publicaciones, el porque sangran las encías cuando te cepillas los dientes tiene una respuesta muy simple: Es porque no están sanas. Muchas veces, las personas piensan que se están haciendo daño y dejan de cepillarse, lo hacen con menos frecuencia o incluso, más suave, con menos eficacia. Es entendible, pero es justo lo opuesto a lo debes hacer en estos casos. Ahora te explicaremos el porqué.
Las encías se inflaman cuando se produce la acumulación de los minerales que arrastra la saliva hasta nuestra boca. Esta placa endurecida de minerales, el sarro, acumula también bacterias y restos de comida (que no se ven a simple vista). Es todo un ecosistema que trae consigo el olor de sus desechos y, es por ello que nos huele el aliento. Todo esto ocasiona una irritación a nuestras encías y es por ello que se inflama. Es una respuesta de nuestro sistema inmunológico defendiéndose de esta agresión. Las encías inflamadas son muy propensas a sangrar, ya sea de manera espontánea o, con la más mínima presión.
La triste realidad es que no puedes. Sólo puedes reducir la cantidad de sarro que se forma con un cepillado frecuente y una técnica correcta, utilizando el hilo y sobretodo, manteniendo todo esto en forma de hábitos. Ineludiblemente, la placa bacteriana se formará y se desarrollará a pesar de lo bien que cepilles tus dientes. Es por esta razón que recomendamos una o dos visitas anuales al dentista para comprobar si ya es hora de hacernos, al menos, una limpieza dental. En Look Dental, esta revisión es gratuita y te tomará sólo unos minutos.
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El sarro que se acumula en tus dientes no sólo les afecta a ellos, porque también se acumula por debajo de la línea de las encías y es allí donde ocasiona los peores problemas.
Si el sarro se acumula por debajo de tus encías es porque no tienes una correcta técnica de cepillado. Es como si ocultaras el polvo bajo la alfombra!
Llegados a este caso, estamos en presencia de una Enfermedad Periodontal que afectará a los tejidos que dan soporte a los dientes y una retracción del hueso. Esto significa que las bacterias de la boca ya se propagan a través del flujo sanguíneo por el resto del cuerpo, y que los dientes ya no están firmemente sujetos como antes. Si esta situación se prolonga, sobrevendrán enfermedades mucho más difíciles de curar e incluso, la pérdida de dientes.
Ahora que sabes porque sangran las encías y lo que sucede a mediano plazo, vamos a resolver el problema. El proceso, más allá del diagnóstico, comienza por una higiene dental, también llamada limpieza dental, tartrectomía, etc. pero en ocasiones es necesario hacer un raspado radicular o curetaje, que ya es un tratamiento más invasivo y costoso.
Luego deberás continuar con la indicaciones y/o medicación que te haya proporcionado el dentista o higienista dental, pero esto no acaba aquí. Tratar esta enfermedad lleva tiempo y sobre todo el compromiso de tu parte para llegar a una situación de normalidad y mantenerla a lo largo del tiempo.